04-01-23 Day 34 Saturday

Our Lenten Journey / Caminar en Cuaresma

versión en español

Saturday – April 1 – Day 34

The Effects of Jesus’ Ministry

So the chief priests and the Pharisees convened the Sanhedrin and said, “What are we going to do? This man is performing many signs. If we leave him alone, all will believe in him, and the Romans will come and take away both our land and our nation.” John 11:47–48

Jesus’ public ministry had two primary effects upon the people. For many, they were coming to believe in Him and were hanging on His every word. They sought Him out and began to understand that He was the promised Messiah. This was the response of faith. But the reaction of the chief priests and the Pharisees was far more worldly. In the passage above, we see a group of religious leaders who are completely consumed with worldly concerns to the point that these concerns drown out all matters of faith.

As the Sanhedrin convened and discussed what they should do, Caiaphas, the high priest that year, spoke up and gave advice that perfectly depicts this worldly vision. He said, “You know nothing, nor do you consider that it is better for you that one man should die instead of the people, so that the whole nation may not perish.” Caiaphas and many other religious leaders at the time appeared to be far more concerned with their worldly status and power than they were with matters of true faith and eternal salvation. If they were men who deeply loved God and sought only His holy will, then they would have rejoiced that Jesus’ ministry was so fruitful in the lives of the people. They would have offered thanks to God, day and night, for the privilege of seeing the prophecies of old about the Messiah come to fruition before their own eyes. They should have had joy and gratitude, and they should have allowed those spiritual blessings to grow within them and give them the courage they needed to go forth and die with our Lord if necessary. But instead, they chose their comfortable lives and worldly status above the truth, and they decided that Jesus needed to die.

One beautiful truth to reflect upon within this context is that God uses all things for His glory and for the salvation of those who believe. With this meeting of the Sanhedrin, these men began to plot the death of Jesus. Eventually they used deceit, manipulation, intimidation and fear to accomplish their goal. But even though from a worldly perspective these misguided religious leaders “won,” from a divine perspective, God used their evil to bring about the greatest good the world had ever known. Through their malice, Jesus’ passion and death gave way to the new life of the Resurrection.

Reflect, today, upon the fact that God is able to use all things for our good. Be it in the midst of corruption, persecution, discord, sin, illness or any other evil in life, when we turn to God in faith and surrender, He is able to transform all things and bring forth an abundance of good fruit through them if we only let Him and trust in faith. Prayerfully surrender over to God, today, any of the above concerns that have affected you, and allow yourself to believe the simple truth that nothing can keep you from the glorious fulfillment of the will of God. All things can help toward the salvation of your soul and end in God’s eternal glory.

Let us pray:

My glorious Lord, You were loved by many but also hated by some. Those with power and authority could not see beyond their worldly ambitions, so they began to plot against You. Give me the grace, dear Lord, to see every act of evil inflicted upon me as an opportunity for You to bring forth good. You are glorious, dear Lord. May You be glorified in all things.

Source: mycatholic.life

USCCB Daily Readings: bible.usccb.org/bible/readings/040123.cfm

Sábado – 1 de abril – Día 34

English version

Los efectos del ministerio de Jesús

Entonces los principales sacerdotes y los fariseos convocaron al Sanedrín y dijeron: “¿Qué vamos a hacer? Este hombre está realizando muchas señales. Si lo dejamos solo, todos creerán en él, y vendrán los romanos y destruirán nuestra tierra y nuestra nación”. Juan 11:47–48

El ministerio público de Jesús tuvo dos efectos principales sobre la gente. Para muchos, estaban llegando a creer en Él y estaban pendientes de cada una de Sus palabras. Lo buscaron y comenzaron a comprender que Él era el Mesías prometido. Esta fue la respuesta de la fe. Pero la reacción de los principales sacerdotes y los fariseos fue mucho más mundana. En el pasaje anterior, vemos a un grupo de líderes religiosos que están completamente consumidos por preocupaciones mundanas hasta el punto de que estas preocupaciones ahogan todos los asuntos de fe.

Mientras el Sanedrín se reunía y discutía lo que debían hacer, Caifás, el sumo sacerdote de ese año, habló y dio un consejo que representa perfectamente esta visión mundana. Él dijo: “Nada sabéis, ni pensáis que os conviene que muera un solo hombre en lugar del pueblo, para que no perezca toda la nación”. Caifás y muchos otros líderes religiosos de la época parecían estar mucho más preocupados por su estatus y poder mundanos que por los asuntos de la verdadera fe y la salvación eterna. Si fueran hombres que amaban profundamente a Dios y buscaban sólo su santa voluntad, entonces se habrían regocijado de que el ministerio de Jesús fuera tan fructífero en la vida de la gente. Hubieran ofrecido gracias a Dios, día y noche, por el privilegio de ver las antiguas profecías acerca del Mesías hacerse realidad ante sus propios ojos. Deberían haber tenido gozo y gratitud, y deberían haber permitido que esas bendiciones espirituales crecieran dentro de ellos y les dieran el valor que necesitaban para salir y morir con nuestro Señor si fuera necesario. Pero en cambio, eligieron sus vidas cómodas y su estatus mundano por encima de la verdad, y decidieron que Jesús necesitaba morir.

Una hermosa verdad para reflexionar dentro de este contexto es que Dios usa todas las cosas para Su gloria y para la salvación de aquellos que creen. Con esta reunión del Sanedrín, estos hombres comenzaron a tramar la muerte de Jesús. Eventualmente, usaron el engaño, la manipulación, la intimidación y el miedo para lograr su objetivo. Pero aunque desde una perspectiva mundana estos líderes religiosos equivocados “ganaron”, desde una perspectiva divina, Dios usó su maldad para lograr el mayor bien que el mundo haya conocido. Por su malicia, la pasión y muerte de Jesús dieron paso a la vida nueva de la Resurrección.

Reflexiona hoy sobre el hecho de que Dios puede usar todas las cosas para nuestro bien. Ya sea en medio de la corrupción, la persecución, la discordia, el pecado, la enfermedad o cualquier otro mal de la vida, cuando nos volvemos a Dios con fe y entrega, Él es capaz de transformar todas las cosas y producir a través de ellas abundancia de buenos frutos si sólo lo dejamos y confiamos en la fe. Entrégate a Dios en oración, hoy, cualquiera de las preocupaciones anteriores que te hayan afectado, y permítete creer la simple verdad de que nada puede impedirte el glorioso cumplimiento de la voluntad de Dios. Todas las cosas pueden ayudar a la salvación de tu alma y terminar en la gloria eterna de Dios.

Oremos:

Mi glorioso Señor, fuiste amado por muchos pero también odiado por algunos. Los que tenían poder y autoridad no podían ver más allá de sus ambiciones mundanas, por lo que comenzaron a conspirar contra Ti. Dame la gracia, amado Señor, de ver cada acto de mal infligido sobre mí como una oportunidad para que Tú produzcas el bien. Eres glorioso, amado Señor. Que seas glorificado en todas las cosas.

Lecturas de Hoy: bible.usccb.org/es/bible/lecturas/040123.cfm